Los buenos amigos en la adolescencia ligados a la buena salud

Como seres humanos el arte de comunicar está en nosotros, desde que en la era pre-histórica fueron formados las primeras palabras y los primeros medios de comunicación por otros medios que no seas fónicamente, como los dibujos en las paredes de una cueva. Desde entonces el arte de la comunicación fue evolucionando cada vez más, posiblemente porque deseamos que los demás sepan lo que pensamos y deseamos escuchar que es lo que los otros opinan sobre ello. ¿Por qué? Aún desconocemos la razón. Pero el punto es que así mismo, comunicándonos con otras personas es que crecemos, y lentamente comenzamos a entablar relaciones familiares y emocionales con otras personas, podemos considerarlo todo obra de la comunicación. Cuando entramos en esa etapa de la adolescencia, nuestros “amigos” pueden ser considerados por nosotros mismos como las relaciones más importantes que tenemos.

Amistades y buena salud
Imagen: RachelH en stocksnap

“Las personas que hacen buenas amistades y las conservan durante la adolescencia suelen poseer una mejor salud cuando se acercan a los treinta que quienes no lo hacen”, así declara un estudio de un equipo de psicólogos de las universidad de Virginias y Utah ubicadas en Estados Unidos, que ha logrado realizar un estudio de 14 años que observa la evolución personal y el historial clínico de 171 integrantes del ensayo clínico. En un ensayo publicado en la revista Psychological Science, los investigadores dan a entender que estas relaciones que se producen durante la adolescencia pueden proporcionales las experiencias emocionales más intensas.

Muchas veces, esto lleva a que los participantes de un grupo de amistades lleguen a adoptar una idea o un punto de vista de alguno de sus colegas incluso cuando esto signifique un coste desde su punto de vista personal nada más para lograr una aceptación social dentro del mismo. “Este tipo de interacciones sociales, en las que se anteponen los deseos de los amigos sobre los propios objetivos, redundan en una disminución del estrés vital”, indicó Joseph P. Allen, del Departamento de Psicología de la Universidad de Virginia, quien ha coordinado este trabajo.

Así, este estudio logró determinar que las personas que habían mostrado una mayor “conexión” con su grupo de amigos podrían encontrarse considerablemente más sanos, inclusive cuando se tenían en cuenta dentro del estudio otras variables, como los ingresos, el índice de masa corporal o el consumo de drogas dentro del grupo. En la opinión de los dueños del ensayo, la relación se encuentra en que las buenas relaciones forjadas durante la adolescencia contribuyen a reducir los niveles de ansiedad y los síntomas depresivos incluso años después, ya que los recuerdos de la amistad pueden resultar bastante reconfortante en malos momentos, haciendo así que se olviden los malos momentos de la adolescencia.

Fuente: Muy Interesante

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