Si eres parte de un equipo de trabajo eficiente, o quieres que el que estés formando lo sea, ese equipo debe tener unas características muy particulares. Conoce cuáles son las más reconocidas.
- Tienen un sentido de pertenencia: los miembros de tu equipo trabajan juntos hacia una meta en común; al estar todos identificados con el alcance de esa meta, se genera una sinergia natural que identifica al equipo de trabajo.
- Socialmente están organizados: tu equipo comprende que manejarse bajo normas, asumir roles y mantener relaciones respetuosas y cordiales entre ustedes contribuye al alcance de los objetivos y les permite entender que tu éxito es el éxito de todos, y viceversa.
- Participan con orientación a la productividad: todos los miembros de tu equipo ven las responsabilidades no como algo individual, sino algo que cumplir como equipo; lo recursos y las habilidades de cada miembros son identificados para ser utilizadas eficazmente. Hay consenso en las decisiones de ustedes.
- Monitorean los procesos grupales y las dinámicas del equipo: El equipo se vale de los recursos que sean necesarios para impulsar la creatividad y la productividad, sea mediante reuniones periódicas, o algún recurso de medición que les permita ver qué es necesario implementar con esos fines.
- Reina la confianza mutua: los miembros de tu equipo se escuchan unos a otros, se apoyan para aclarar las ideas, y muestran interés genuino por los otros miembros del equipo. Se resisten a desarrollar cualquier actitud que merme el espíritu de confianza entre los miembros.
- Afinidad: Tu equipo procesa las situaciones sin problemas, comprenden que las individualidades servirán si son para contribuir a lograr los objetivos comunes. La actitud ante las situaciones es que “el trabajo en equipo produce algo mayor que las de un individuo”; siempre tienen la certeza de haber aprendido algo del proceso, así como de los otros miembros de tu grupo.
Para lograr un equipo de ese nivel, es importante que todos lleguen a conocerse y desarrollen reglas del juego claras para el equipo de trabajo. Esto va a permitir conocer las potencialidades, limitaciones o debilidades de cada miembro.
A saber estas particularidades de cada miembro de tu equipo, habrá más posibilidades de que hagas brillar las potencialidades de cada uno a favor del trabajo en conjunto. Por otro lado, si conocen sus debilidades, y las tienes en cuenta en su participación como parte del equipo, podrás evitar que éstos afecten negativamente el alcance de tus objetivos.