En nuestra cotidianidad, estamos acostumbrados a percibir el color como un hecho completamente natural y objetivo. Los colores están allí, en la singularidad de nuestro entorno y esto no podría ser de otra forma.
En nuestra cotidianidad, estamos acostumbrados a percibir el color como un hecho completamente natural y objetivo. Los colores están allí, en la singularidad de nuestro entorno y esto no podría ser de otra forma.