El marketing tradicional solía ser la bala de plata para aumentar las ventas y obtener más clientes. Se podría incitar a la lealtad de los clientes existentes y convencer a nuevos clientes potenciales en probar sus productos o servicios. Esto ya no es el caso. La gente ha sido bombardeada con mensajes y campañas de publicidad. Se han acostumbrado a estar rodeados de mensajes que les incitan a comprar, durante todo el día.
Como sociedad nos vemos obligados a ver los anuncios antes de ver vídeos, eliminar el spam de nuestras cajas, y otros métodos para «defendernos» de los intentos de venta. La persona común ve a la publicidad como una molestia. El peor tipo de persona que se puede cruzar un publicista, es la que opinará que es una violación de su espacio personal y un insulto a la inteligencia.
Nunca podremos dejar de «comercializar» a la gente, pero sí podemos verlo con otra luz y así intentar cambiar la forma en que la gente reacciona a ella. Aquí hay 3 razones por las que tenemos que comenzar a pensar en la publicidad como un servicio hacia nuestros clientes:
1. No existe la audiencia fiel: Tan pronto como la gente se dio cuenta de que no tenían que ver los anuncios, comenzaron a ser más sibaritas con los mismos, dandose cuenta que estaban teniendo empuje sobre ellos.
¿Pero entonces qué pasa con los anuncios en lugares como eventos deportivos o las salas de cine? Bueno, la gente está optando por ignorarlos, mediante sus teléfonos celulares. Si no es relevante para su vida, que no van a dejar que invade su espacio mental.
La relevancia es la mejor manera de llegar a su público ideal. Al dirigirse a las personas que se beneficiarían más de sus ofertas, se puede reducir el campo en el que juegas. Una vez que se ha condensado su público, necesitas demostrar que eres digno de su atención.
Se puede intentar darles algo tangible. No un cupón o seudo «beneficio». Sino algo útil. No te preocupes tanto por el dinero, convencelos que intentas ayudarlos. Servir a sus clientes potenciales con una actitud genuina, va a ganar los corazones y la atención de las personas que desea alcanzar.
2. La competencia por la atención de la gente es feroz: Todo el mundo está arañando por la atención y fidelización de nuevos clientes. Si utiliza una campaña de publicidad tradicional, que sólo le tira a la cara su producto a los clientes, será ignorado. Se trata de un clavo en el ataúd. Una vez que la gente tiene la sensación de que usted está tratando de venderles algo, te ignorarán.
¿Cómo destacar sobre el resto de las campañas de marketing? Una vez más, la respuesta está en el servicio a las personas que necesitan sus productos o servicios. Si usted puede proporcionar verdadera ayuda para las personas, conseguirá más clientes y mucho más fiables.
Claro, usted puede quemarse un par de veces en el proceso. Siempre habrá personas que buscan sacar provecho de una consulta o prueba gratuita, pero siendo genuino aumentará sus posibilidades de realmente llegar a su público.
3. Las personas protegen su tiempo y atención: La era digital ha permitido a la gente ser más inteligentes en cuanto a la forma en la que aceptan influencias en sus vidas. Ellos son muy cautelosos de donde colocan su lealtad . Nadie quiere invertir su tiempo y energía en cualquier empresa que sólo busca dinero.
Probablemente te estés preguntando cómo superar esto. Si quieres la lealtad de la gente tienes que ganártelo, no pedirlo. Servir a alguien tan bien que ellos deseen transmitir su publicidad. Nunca le pidas a alguien vender o promocionar sus ofertas. Si se les ayuda lo suficiente, ellos comenzarán la llamada «publicidad boca a boca».